Entre 1901 y 1916 Yucatán fue el productor número uno de fibras duras naturales en el mundo. La riqueza económica que trajo consigo el cultivo, el procesamiento y exportación del henequén generó el ingreso de importantes divisas al Estado de Yucatán, al grado de sacarlo de la aguda crisis económica en que se encontraba, originada por la sublevación indígena, más bien conocida como La Guerra de Castas.
Sotuta de Peón es una de las pocas haciendas henequeneras que existen en plena producción y en la que la historia se encuentra viva. Recorrer sus instalaciones representa una experiencia extraordinaria en la que la belleza, el confort y la aventura son los protagonistas de una travesía por el glorioso pasado peninsular.